El Sur de la Patagonia chilena: una región que desborda de lugares míticos que desafían nuestra imaginación: Puerto Natales, Punta Arenas, el estrecho de Magallanes, el parque Torres del Paine, los glaciares del fin del mundo, Tierra del Fuego – la verdadera ciudad más austral del mundo: Puerto Williams y finalmente el Cabo de los Hornos.

La naturaleza y fauna del Sur de la Patagonia chilena

Esta parte del mundo, es a mi entender, lo más hermoso que la naturaleza ha creado. Los tres reinos – el animal, vegetal y el mineral – se reúnen para potenciarse, sin estar (todavía) demasiado afectados por el reino humano…

Paisajes del Sur de la Patagonia chilena

Esta Patagonia está formada por las capas de hielo (casquetes glaciares) del «Hielo Continental Sur», Esencialmente en Chile, constituyen la tercera masa de hielo terrestre más grande del mundo, luego del Polo Sur y de Groenlandia. Es un inmenso campo de hielo que asfixia la montaña, desborda en Argentina por el este y cae por el Océano Pacifico al oeste. Un paisaje incomparable de las últimas glaciaciones que encanta cada año a los turistas.

Es la Patagonia dura, austera y mágica. Es un pedazo del mundo con el que podrían soñar todos los aventureros. La vida es difícil, a menudo fría y lluviosa, siempre magnifica. La naturaleza está presente a lo alto de los majestuosos árboles milenarios. La Patagonia es famosa por sus vientos lo cual no es una exageración, es común no poder desplazarse a pie durante varios días debido a su fuerza. Existe entonces una única solución – esperar. La Patagonia del sur, sobre todo la chilena, no decepciona nunca en un punto: la lluvia, puede ser incesante, caer durante varios días o semanas.

En el gran sur de América latina, la Patagonia es el lugar de las conjunciones extremas. Al extremo sur entre los paralelos 40 y 50, los famosos dos océanos rugientes y ruidosos el Atlántico y el mal llamado Pacifico se enfrentan a la vigilia impasible del Cabo de los Hornos. Se entremezclan en el Canal de Beagle en el estrecho de Magallanes y dentro de otras innombrables lenguas de mar. Míticos lugares de navegación, tierras casi vírgenes de la implantación humana…

El atractivo turístico, de lejos el más importante, es el Parque Nacional Torres del Paine, honrado con picos nevados, lagos y glaciares uno más espectacular que el otro. Usted estará completamente impresionado por el extraordinario espectáculo que ofrece el macizo del Paine, al extremo sur de Chile, verdadero milagro de la naturaleza conocido en el mundo entero y por la extensión infinita de las estepas de Tierra del Fuego.

Pero otras sorpresas lo esperan también, ya sea las colonias de pingüinos, cruceros panorámicos en los canales marítimos, partiendo de Puerto Natales o de Punta Arenas, los gauchos (cowboys) que vigilan a sus rebaños como en otros tiempos, excelentes ocasiones de pesca o simplemente el delicioso sentimiento que produce el hecho de estar en el fin del mundo.

Un viaje a Patagonia, en estas tierras lejanas que nos desconciertan y nos dejan perplejos cuando pensamos si se trata del fin o del principio del mundo, será para usted la ocasión de meditar sobre la frase de Bruce Chatwin:

«Adormilado, observé los jirones de nubes plateadas que giraban en el cielo, y el mar de matorrales espinosos de color gris verdoso que se extendía en extensiones y se elevaba en terrazas y el polvo blanco que caía de las marismas y, en el horizonte, la tierra y el cielo se disolvían. en una ausencia de color.»

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