La primera de mis predilecciones no es un lugar ni un monumento, sino una estación, mágica y delicada: el otoño en la Patagonia…

Paisaje patagónico en otoño

Entre mis preferencias, no voy a hablarles de los grandes clásicos como las Cataratas de Iguazú, el Desierto de Atacama, el Glaciar Perito Moreno, el Fitz Roy, la Península Valdés, el Parque Torres del Paine, la Isla de Pascua… (sin dudas lugares a visitar).

Los asombrosos paisajes de la Patagonia en otoño

El Norte de la Patagonia, que bordea la Cordillera de los Andes, es una región poco conocida, poco visitada y por lo tanto, poco descrita en las guías turísticas. Se encuentran allí multitudes de lagos gigantescos, torrentes impetuosos y bosques a menudo impenetrables.

En el otoño, estos bosques de árboles centenarios y milenarios dejan entrever sus colores teñidos de rojo, naranja y amarillo. Durante los días sin viento, estas paletas de colores se reflejan en los espejos que forman los lagos. Los picos nevados de la cordillera de los Andes y los volcanes cercanos cubren de un manto blanco estos grandiosos paisajes.

Visitar la Patagonia argentina y chilena en otoño solo trae ventajas: es la fiesta de los colores, no hay turistas, los días pueden ser muy agradables al contrario de lo que se puede imaginar. Es la temporada baja y todos los lugares que habitualmente se llenan de gente, se encuentran en otoño, prácticamente desérticos.

Un lugar fuera de tiempo, para aquellos que quieren descubrir la Patagonia realmente, tal como podemos imaginarla, salvaje y majestuosa…

Experimenta el otoño en la Patagonia