Esta es Bahía Bustamante, un lugar sobre la costa Atlántica que me encanta ya que es único por su exclusividad: un lugar privilegiado y de una tranquilidad incomparable.

Bahía Bustamante en la Patagonia argentina

Es el único pueblo alguero de nuestro planeta. Les propongo seguir los pasos de su fundador Lorenzo Soriano y conocer este pueblo que, durante un tiempo, entre los años 1965 y 1990 albergaba a más de 500 habitantes, los cuales practicaban una actividad ligada al cultivo de las algas marinas. Había una escuela, una panadería, un almacén, una comisaria, una iglesia un cementerio, depósitos…

Bahía Bustamante y sus habitantes

Hoy, Bahía Bustamante se visita y algunas casas han sido adaptadas para poder recibir hasta 24 personas (6 búngalos frente al mar). Desde diciembre hasta el fin de febrero, es posible asistir a la actividad del lugar que todavía perdura: los buzos locales cosechan las algas marinas. Es posible también asistir a la esquila de ovejas durante el mes de agosto. El personal es de una amabilidad extrema, perfectamente a tono con la belleza del lugar.

Existen otras actividades variadas: paseos en bicicleta, sobre magnificas playas entre las cuales se encuentran de «los amores» y de «los toboganes»; salida en barco para observar la riquísima fauna (focas y pájaros de todas las especies); visita de un bosque petrificado; cabalgatas y kayak; visita de una de las tres estancias próximas a Bahía Bustamante y el trabajo ligado a esta actividad particular. Todo esto rodeado de cerca de 80.000 hectáreas de paisajes salvajes hasta donde alcanza la vista.

Se ven animales marinos de muy cerca y en gran cantidad, mucho más que en otros sitios… ¡Increíble!

Les propongo entonces descubrir y apreciar un mar donde el azul contrasta con el rojo de las rocas, un bosque petrificado, pájaros marinos y terrestres, elefantes de mar, orcas y delfines, liebres de la Patagonia, cielos estrellados… Y sobre todo, este pequeño pueblo costero de la provincia de Chubut en la Patagonia argentina, los invita a descubrir un lugar totalmente diferente, un lugar que respira la paz y la seguridad de un ambiente natural fuera de serie.